El despertar digital de una empresa familiar:

de la tierra a la pantalla 馃尶馃摫

En un campo del sur de Chile, donde las avellanas europeas crecen con historia y orgullo, una empresa familiar enfrenta un punto de inflexi贸n. Tras d茅cadas de 茅xito exportando pastas y cremas de avellana a grandes marcas como Nestl茅 y Carozzi, la marca descubre que no basta con tener un gran producto: si no est谩s en Internet, no existes.

Ignacia, parte del coraz贸n de esta empresa, lo vio claro. Su instinto emprendedor y su cercan铆a con los clientes la llevaron a entender algo fundamental: el nuevo consumidor no quiere llamar, ni pedir cat谩logos. Quiere comprar con un clic, recibir en 48 horas y dejar su opini贸n en Google. Mientras su padre, el fundador, observaba incr茅dulo desde su experiencia de d茅cadas, ella comenz贸 a sembrar el cambio.

La reuni贸n con la agencia de marketing fue el catalizador. All铆 se abordaron los dolores de la empresa: una web sin carisma ni carrito de compra, redes sociales abandonadas, y ninguna estrategia para captar nuevos clientes B2B ni B2C. Sin embargo, el potencial estaba intacto: una historia aut茅ntica, un producto de calidad mundial y una audiencia lista para descubrirlos.

La propuesta fue clara: activar canales digitales claves (Google, Meta, LinkedIn), implementar email marketing segmentado 鉁夛笍, crear contenido que conecte (videos, historias, recetas) y redise帽ar la web para vender 24/7. Todo esto, acompa帽ado de m茅tricas claras y seguimiento constante. El objetivo: convertir la marca en una lovebrand agroindustrial.

Este caso no es 煤nico. Muchas empresas chilenas de tradici贸n familiar est谩n en el mismo punto. La ense帽anza es simple: el mundo cambi贸. La digitalizaci贸n ya no es una opci贸n, es la 煤nica ruta hacia la competitividad y el crecimiento. Si tienes un buen producto y una gran historia, el momento de cont谩rselo al mundo es ahora.

馃搮 Si est谩s en ese momento de transformaci贸n, no esperes a que el mercado te deje atr谩s. Invierte, aprende y crece. Porque cada clic puede ser una venta, y cada historia bien contada puede abrir nuevas fronteras.